Uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos a la hora de disfrutar de nuestra maternidad son las críticas que constantemente podemos recibir de nuestro entorno. En este post te voy a contar por qué nos molestan realmente y así poder transformar la situación.
¿Qué nos sucede cuando nos critican?
Cuando queremos hacer las cosas de una manera diferente a cómo las hemos vivido nosotras como niñas, nos damos cuenta de que es un camino a contracorriente y por tanto, vamos chocando con todo ese agua que baja con fuerza por el río de la costumbre y la inercia.
Curiosamente la maternidad es un terreno en el que todo el mundo se siente libre de dar su opinión. Parece que todos supieran cómo deberías estar educando, criando y siendo madre. Y muchas veces esas opiniones están muy alejadas de nuestra visión de la maternidad y la crianza.
Solemos entonces entrar en el mismo juego: criticamos a quien nos ha criticado, nos enfadamos, nos quejamos del entorno, nos sentimos víctimas de una situación sin salida. ¿Te suena todo esto?
Si es que sí, te voy a contar cómo conseguí yo darle la vuelta a la tortilla.
Cambiando el enfoque
En mi trilogía Gozar la maternidad, hablo de luciérnagas y de escarabajos pelotero como analogía de que no podemos permitir que alguien que no está preparado para brillar nos convenza de que no brillemos.
Y aquí está la clave del cambio de foco. No se trata de cambiarles a ellos. Un escarabajo pelotero no puede brillar, salvo que descubra por sí mismo que en realidad es una luciérnaga. No trates de convencer a nadie ni esperes que tu vida será más fácil cuando la gente opine como tú.
Una luciérnaga es aquella que aprovecha cualquier situación oscura para seguir brillando. Aprovecha también las críticas.
Por eso estoy convencida de que la revolución viene de ser Madres Luciérnagas, de no tratar de convencer a las demás personas de nuestras decisiones en la crianza y a la vez no dejarnos convencer por ellas.
Aunque no debemos olvidar que…
Mada Guzmán
…si un comentario te molesta o te hace daño, no es porque ‘te están criticando’ es porque tienes una herida abierta en algún lugar de tu ser: la sal no pica sobre la piel sana.
En lugar de enfrentarte a quien te juzga, utiliza ese juicio para abrazarte a ti, y ver dónde está tu dolor.
Aprovecha cada pequeña situación para conocerte más, para sanarte, para impulsarte cada vez más lejos y brillar cada vez más fuerte.
Si quieres seguir profundizando en ti y en la inmensa oportunidad de crecimiento personal que te aporta la maternidad, adquiere ahora la trilogía GOZAR LA MATERNIDAD.
