Desde pequeña, crecí siendo una buena niña. Estudiosa, aplicada, y con una gran fuerza de voluntad. Siempre digo que tuve la suerte de ser la hermana pequeña de un niño muy inteligente. Esto me hizo esforzarme cada día para llegar a los resultados que él obtenía sin apenas mirar los libros, y esos hábitos de constancia forma parte hoy de mi fortaleza.

Pero también crecí con la coraza puesta, con el constante miedo al que dirán, a mostrarme vulnerable, a no ser suficiente.

La maternidad hizo saltar todo esto por los aires. Tener a mi bebé frente a frente me hizo darme cuenta de que tenía mucha rabia acumulada en mi interior, rabia que no vertía sobre ella, pero que impregnaba mi manera de entender muchas relaciones. 

Comencé entonces un camino de indagación y crecimiento personal, a la búsqueda de lo esencial. La continua demanda de mi hija me hizo comprender que ella no era un obstáculo ni una limitación en mi vida, sino que venía a mostrarme todas las limitaciones con las que yo ya vivía. Tomé entonces la mejor decisión que podía tomar: responsabilizarme al 100% de mi vida y de mi felicidad, dejando atrás el paradigma de culpas y quejas en que vivía.

Querer darle lo mejor, me llevo a querer ser el mejor ejemplo para ella, a convertirme en mi mejor versión.

Comprendí, junto a mi pareja, que era totalmente incoherente querer que creciera en libertad si nosotros no nos sentíamos libres. Por eso, en mayo de 2015 decidimos romper con la vida que llevábamos y salir a viajar durante un año por España y Chile, conociendo proyectos de educación alternativa, compartiendo experiencias y colaborando con ellos.

Tras unos meses viviendo en Chile, volvimos a España para dar a luz a nuestro segundo hijo y poner en marcha Desaprendiendo Para Aprender, un proyecto online de crianza y educación consciente, desde el que ayudamos a otros padres y madres a educar desde el ejemplo, la coherencia y el amor incondicional, a través de la creación del vínculo esencial con sus hijos.

En estos años no he dejado de leer ni de formarme con grandes referentes de la crianza, la educación y el crecimiento personal como son Yvonne Laborda, Laín García Calvo o Erika Irusta.

Ahora, he decidido emprender un camino para ayudarte a ti y todas las madres que lo deseen, a reconectar con el placer de ser madre, de crecer a cada instante, de soltar los lastres que nos impiden volar. 

Te tiendo la mano para construir juntas un Universo de Luciérnagas, donde cada madre podamos conectar con nuestra luz interior, alumbrando así nuestro camino y el de otras madres a nuestro alrededor.

 

“Ante cada adversidad tienes siempre 2 opciones:

aceptar y aprender o renegar y sufrir.

¿Cuál eliges tú?.”

TRILOGÍA

Gozar la maternidad

Al hacernos madres se abre ante nosotras la posibilidad de recorrer un camino apasionante que nos lleva paso a paso a conectar con nuestro propio poder interior.

Crecer criando

Un viaje a partir de 7 preguntas mágicas de la crianza que te ayudarán a aceptar a tus hijos plenamente y a convertirte en el ejemplo que quieres para ellos.

Alumbra tus sueños

Ser madre puede hacernos caminar más lentas hacia nuestros sueños, pero si seguimos caminando, llegaremos tarde o temprano a alcanzarlos. Por nosotras, por ellos,  por las personas que alumbraremos con nuestra luz.

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7 DÍAS PARA GOZAR LA MATERNIDAD

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